Tedio y asco en la tele
Cada día está peor lo de poder ver un telediario decente.
Unas veces porque hay que cumplir el ideario de la cadena, otras porque las noticias que nos cuentan me producen arcadas y una pena inmensa por ciertas personas que no ven más allá de lo que machaconamente les meten en la cabeza y, la mayoría de las veces, por ambas cosas a la vez.
Y luego resulta que los raros, los frikis, los que viven en su propio mundo, son los que sólo se conocen de haber intercambiado opiniones en un foro de internet, los que se reúnen de forma periódica, o esporádica, para hablar de cine, libros, comics, música... o los que visitan eventos como el Expocomic del último fin de semana.
Quizá sea por todo ello que imágenes como las que se pudieron tras el fallecimiento de Fernando Fernán-Gómez me llamen tanto la atención.
En un teatro, sobre el escenario, se halla el ataúd donde descansa ya para siempre Fernán-Gómez y todo alrededor, sentados en varias mesas o simplemente de pie, se encuentran montones de amigos que han venido a despedirle y que, pasado ya el primer momento en que correspondía llorar por su pérdida, están alegres, e incluso ríen, recordando cómo fueron los momentos que pasaron junto al actor.
¡Qué gran despedida!
Yo de mayor quiero ser como Fernán-Gómez y que un día, quiero pensar que lejano, los que hayan sido mis amigos se reunan, no para llorar, sino para recordar lo que nos divertimos en algún momento.
Así que ya sabéis, estáis todos invitados porque, llegado el momento, cuento con todos vosotros para hacer una gran fiesta.
Etiquetas: A mí me pasa, Al norte por el noroeste, De noticias
4 COMENTARIOS:
Desde aqui prometo derramar un vaso de cruzcampo sobre tu ataud..
(aunque lo derramará mi asistenta pues dentro de tantos años no tendré fuerzas para levantar una litrona.. bueno, si tendré, pero deberé ocultar mis implantes cybernetico prostéticos para no llamar la atención)
Eso te iba a decir, que no estarás tú para muchas alegrías XDD Aunque ya sabes que yo soy más de Fantas que de cervezas.
Yo soy de la misma opinión; hace poco he andado de cementerios y tanatorios, y he agradecido mucho más la presencia de la gente que venía con buen ánimo que la de los que venían a plañir; por desgracia, estos últimos eran Legión.
Cierto que no es plato de gusto y que, en el primer momento, lo que menos apetece es el buen ánimo pero para mí los recuerdos evocados en esas circunstancias siempre han sido más de alegría que de tristeza. Y, sobre todo, muy perdurables.
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